Este domingo fue la última corrida de toros para toreros de a pie; en la plaza México; de entrada, la entrada fue buena y la afición capitalina respondió para ver a dos toreros mexicanos y un isleño español, pero que vive en tierra firme; lo toros fueron de la ganadería de Rancho Seco (y vaya si hay sequía en todo el campo mexicano), toros que resultaron divididos, tres má o meno y tres de plano, infumables.

Aparte de lo atractivo del cartel, también hubo un premio para el mejor par de banderillas que pusiera cualquiera de los diestros, pues los tres son toreros completos y saben colocar los palitroques, garapullos, aretes, palos, banderillas y demás sinónimos que por ahí hubiere o haya.

Partieron plaza Uriel Moreno, "El Zapata", con un terno sangre de pichón y pasamanería en negro, con chaleco en oro, el español Antonio Ferrera, de blanco y oro y Francisco Martínez, vistió también un terno lácteo y oro.

dUriel le confirmó la alternativa a Francisco con el primer toro de la tarde, testimoniando Ferrera y tras una faena del toricantano, entre azul y buenas noches, de altibajos, por las condiciones el toro, al matarlo de una buena estocada llegando con la mano al pelo, logró cortarle la oreja al bicho de su alternativa, mostrando el muchacho valor, sí, pero también verdés. Ya con su segundo "Cortinero", aparte de derrochar voluntad, no pudo hacer con el morito.

El peor lote le tocó al "Zapara", nada pudo hacer con "Náufrago" ni con "San Miguelito", solamente logró llevarse la banderilla de oro, por el mejor par de banderillas, llevándose un abucheo de los buenos.

Antonio aprovechó sus dos toros que fuero los mejores del encierro: "Dentista" el primero de su lote, le realizó una buena faena mostrando el balear empaque de torero bueno, en su labor torera mostró experiencia, sitio, técnica, conocimiento, gustándose en su faena y gustándole al conclave, entre oles se tira a matar y clava "La Joyosa" hasta la empuñadura, logrando cortarle las dos orejas a su enemigo y aunque con "Fotógrafo", Ferrera volvió a bordar su toreo de pasión y entrega, pinchó, pinchó y pinchó y er gozo se jue ar pozo, pero aún así, fue el triunfador de la tarde, escuchando el grito consagratorio de ¡torero!, ¡torero!.

Los 3 matadores 3 pusieron banderillas y para nuestro gusto, Christian Sánchez, subalterno que no actuó esta tarde, está muy por encima de ellos; ojalá la "Banderilla de Oro", solamente se la entreguen al subalterno que coloque el mejor par de banderillas en toda la temporá o. cuando menos, una banderilla de plata Vale.

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