Trasmitimos más virus a nuestras mascotas que ellas a nosotros, concluye estudio
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La zoonisis, es decir, la capacidad que tiene un virus para pasar de un animal a un humano, es uno riesgo considerable, sobre todo para quienes trabajan muy de cerca con animales de granja o incluso para quienes son cercanos a las mascotas, sin embargo, un nuevo estudio de la University College de Londres, publicado en Nature Ecology & Evolution, concluye que los seres humanos transfieren virus a otras especies animales más frecuentemente de lo que estas los contagian a ellos.

Investigaciones actuales coinciden en que afecciones como el covid o el sars surgieron primero en animales vertebrados y luego se transmitieron a las personas a través de la zoonosis, el contagio entre seres humanos y otras especies del reino animal. Aunque la Organización Mundial de la Salud y otras agencias similares estudian con precaución la posibilidad de virus que provengan de otras especies, reciben menos atención los casos antroponóticos, es decir, aquellos en los que los humanos contagian a los animales.

En el artículo publicado en Nature, los autores Cedric C.S. Tan, Lucy van Dorp y Francois Balloux analizaron el total de datos genómicos virales disponibles (59 mil secuencias) para profundizar en el mecanismo evolutivo de los últimos saltos entre especies. En su trabajo, identificaron que los humanos son tanto una fuente como un destino de derrames virales, desafiando el sesgo antropológico en el estudio de las infecciones.

“Los seres humanos son solo un nodo en una red grande y compleja de huéspedes en la que los virus se intercambian sin cesar, y las zoonosis virales probablemente solo representen resultados raros de esta red ecológica más amplia”, puntualiza el informe.

La historia evolutiva hallada y los saltos de 32 familias virales llevaron al equipo a concluir que la raza humana contagia con más frecuencia a los animales que al revés. En los últimos 599 saltos de virus registrados, el 64 por ciento correspondió a un caso antroponótico, es decir, de origen humano, mientras que el 36 por ciento restante se describió como un escenario zoonótico.

Los resultados desafían la creencia común de que los humanos son simplemente el blanco de los virus que se originan en animales vertebrados. Por otro lado, según los expertos, la proporción de contagios antroponóticos tiene cierta lógica. El tamaño de la población humana actual, su distribución espacial y la estrecha relación con animales domésticos y de corral convierten a la especie humana en una importante fuente de intercambio viral.

Los científicos a cargo del estudio recomiendan a sus colegas eliminar el sesgo humano al investigar la historia de los virus. Mirar más allá de la zoonosis conduciría a una mejor comprensión del comportamiento mutacional y, de ese modo, se desarrollarían mecanismos de prevención y gestión de enfermedades más eficaces tanto en humanos como en animales.

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