En muchos países las celebraciones de algunos eventos sociales importantes suelen hacerse de manera muy peligrosa, como el uso de armas de fuego para hacer disparos al aire, sin embargo, la posibilidad de que las risas se transformen en llanto son altas cuando se combina con la imprudencia.
Así ocurrió en un festejo un día antes de una boda en Jordania. Varios hombres celebraran que pronto uno de ellos formaría una nueva familia, por lo que uno de ellos sacó un arma de asalto (AK-47) para bailar y disparar al aire como una manera de expresar su felicidad, sin embargo, no contaba con que una de las balas le daría al novio, por lo que la boda se transformó en un funeral.
Hamzeh Al Fanatseh fue la víctima de la imprudencia con la que festejaban. Según medios locales, la persona que disparó presuntamente es un pariente cercano, ha sido detenido y el caso se encuentra en proceso de investigación por las autoridades.
La víctima era un oficial de policía que trabajaba en la Dirección del Este de Ammán. A pesar de los esfuerzos por trasladarlo al hospital y proporcionarle atención médica, no pudo sobrevivir a las heridas sufridas.
"Cualquiera que alguna vez haya disparado un arma durante una celebración, reclamándolo como un acto de hombría o una manifestación de alegría, ha ayudado a promover este hábito mortal y es cómplice del asesinato de Fanatseh", compartió la Policía en redes sociales, como una manera de persuadir a las personas que ya no hagan este tipo de celebraciones.
