De la NASA al multiverso de Miguel Castillo
Foto: Net Noticias | Antonio Calleja / Adriana Baca

Ciudad Juárez.- Miguel A. Castillo Villarreal destaca como ingeniero mecánico de la NASA, apoyando a los astronautas durante las caminatas espaciales, pero su multiverso abarca un gran espacio de autoconocimiento y resiliencia, al lograr la remisión de la esclerosis múltiple. Esto lo consolidó como un destacado maestro de la Medicina Holística y la Ayurvédica, al igual que del Feng Shui.

Su historia la comparte como conferencista de TED, él reconoce con orgullo su origen fronterizo, pero también aprovecha lo mejor de su mosaico cultural familiar para dar fuerza a su vida, un lugar donde la ciencia y el conocimiento milenario no son incompatibles, sino complementarios.

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Antonio Calleja | Miguel A. Castillo Villarreal

‘Quiero ser astronauta’

Sobre su vida, nos comparte: “nací en la frontera… mi primaria, secundaria y preparatoria la hice aquí en Juárez. Mi madre es de Guanajuato y mi padre es de aquí de Juárez, tengo dos hermanas, nacimos y crecimos aquí, todos somos profesionistas”.

“Mis padres son ingenieros, mi madre maestra de ingeniería en el Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez por 36 años, y unos otros más en la Escuela de Agricultura. Mi padre ocupó varias gerencias en diferentes empresas de Juárez, gracias a la colaboración de ambos empezó esta curiosidad de seguir la rama de la ciencia y la tecnología, muy inspirado por ellos”.

Como graduado del Instituto México en Juárez, agradece mucho que lo “hayan dejado explorar su creatividad”. Con padres ingenieros y grandes tendencias artísticas, musicales y deportivas, su sueño era como el de muchos adolescentes: ser astronauta.

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Desde los 8 años, Miguel sabía que un día llegaría a la NASA
“Mi sueño era llegar a la NASA y ser astronauta. A los 8 años recuerdo una visita al centro espacial de Alamogordo, desde ahí se echó a volar mi imaginación”.

De los dieces, también surgieron las aptitudes artísticas. “Gracias al músico Rubén Sosa empecé a tocar guitarra, me convertí en el director de la rondalla de la escuela junto al maestro, y poco a poquito, a los 13 fui desarrollando mi parte artística”.

“Me integro como el último baterista de Ancla, grabamos el último disco {…} también toqué con Javier García, el vocalista de Amanecer, y mi último grupo antes de irme a la NASA fue el grupo Esencia”.

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Miguel en el complejo de lanzamiento 39 en Cocoa Beach el pasado noviembre

UTEP, el gran despegue

En lo que Miguel tocaba música en los antros por las noches, de día dio el salto a estudiar en la Universidad de Texas en El Paso. “Estudié en UTEP, tocaba en las noches, entonces llego a la NASA a través de un programa académico. Mi carrera es Ingeniería Mecánica, en donde pude aplicar a una práctica profesional en Houston, me tocó ser parte del equipo de vuelo en microgravedad, un laboratorio (es un avión que está modificado de manera que se puede producir la cero gravedad). Es el único lugar donde podemos experimentar la cero gravedad”.

“En su interior probamos diferentes experimentos, satélites, por ejemplo. Ahí lo que tenemos que hacer es evaluar cómo se va a comportar un material o una máquina en cero gravedad sin tenerla que lanzar al espacio”.

“Estuve en el programa en el 2003 y 2004, luego paso a la Industria Automotriz por 4 años y regreso a la NASA en 2008 para convertirme ya en ingeniero principal dentro de la Oficina de Entrenamiento”.

Y desde 2008, Miguel Castillo es gerente de Operaciones de Entrenamiento e Instrumentación en Soporte de la Oficina de Actividad Extravehicular de los Astronautas en la NASA.

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Castillo con el equipo de nuevos astronautas en la NASA, en agosto de 2022

¿En cuántos proyectos de la NASA has participado?

— Nos ha tocado apoyar en todas las caminatas espaciales desde entonces, creo ha habido 60 o 70. En cada una se va haciendo una diferente operación a las naves espaciales, he podido darles sostén a tres programas. Di apoyo al trasbordador espacial con un satélite que fue a reparar al telescopio Hubble. En aquel entonces, la misión era el punto más lejano al que ha ido el trasbordador y fui parte de esas misiones, ahí se usaron dos vehículos.

En el tercer programa fue para la Estación Espacial Internacional, ahí fui dando soporte a las caminatas espaciales, somos los que supervisamos estas caminatas, estas son una ventana de trabajo de 8 horas donde se repara, se modifica o se cambian partes de las naves espaciales para asegurarse que tienen el funcionamiento que tienen que tener.

Más recientemente también di soporte a la misión Artemisa 1 y al programa Artemisa en general, en cuanto al programa de medio ambiente, clima interno de la nave espacial.

¿Cómo se trabaja en la NASA en este tipo de misiones?

— En la NASA lo que se hace no se ve en las películas, vivir las actividades de la NASA literal son una película, porque las cosas suceden en un engranaje, son tantos diferentes grupos que están colaborando al mismo tiempo, porque uno tal vez no se imagina que un vehículo, como lo es un automóvil, cuando uno lo maneja pues no tiene asistencia de nada, es una sola máquina, pero en una nave espacial los sistemas de la máquina están en continua revisión y cambio, entonces en la NASA esta cultura del trabajo en equipo, de llevar a una equipo a una familia es la parte esencial.

El trabajo de la familiaridad entre las diferentes disciplinas {…} por ejemplo, en las juntas en donde revisamos las diferentes misiones {…} por lo general, hay una caminata espacial cada dos meses, entonces antes de cada caminata hay un año de preparación, durante ese tiempo se tienen que coordinar una serie de factores. Primero es entrenar a los astronautas en la caminata espacial, que dura 8 horas, imagínense que la caminata es un turno de trabajo, donde un astronauta va a reparar o reemplazar una parte de una nave espacial, esas 8 horas las tiene que practicar por lo menos 10 veces.

Entonces, hay un grupo de muchísimas personas que tienen una relación con la nave espacial, el traje espacial, la parte médica del astronauta, la parte cósmica de la radiación y el movimiento planetario, y todos nos conjuntamos para guiar al astronauta, a esa única persona, a que pueda realizar su caminata efectivamente.

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Cortesía

¿Cómo es el manejo del idioma y la comunicación en la Estación Espacial Internacional (ISS, siglas en inglés)?

— La NASA se ha abierto mucho a otras culturas, de hecho, la EEI fue formada por 15 naciones diferentes y las dos naciones principales fueron Rusia y Estados Unidos, el lenguaje oficial del programa espacial mundial, que está conformado por la Agencia Espacial Europea (ESA, siglas en inglés), EU, Japón y Rusia, es el inglés, pero durante 10 años estuvimos lazando desde Rusia, entonces muchos de los ingenieros y astronautas tuvieron que aprender ruso. Lo sé a nivel muy básico, pero lo he ido dominando.

¿Nos puedes compartir la importancia del proyecto Artemisa?

— El desarrollo de la NASA, donde se abre a la parte internacional, nos ha llevado como humanidad desear regresar a la Luna para estudiar su parte su parte geofísica, esto lo dejamos hace 50 años {…} este nuevo programa, este sexto programa es el Artemisa, consiste en regresar a la Luna después de 1972 (el último alunizaje fue el Apolo 17) con el cohete más poderoso, más grande en la historia de la humanidad. Pude ver el lanzamiento (hace poco más de un mes). La cápsula Orión es muy similar a la cápsula del Apolo que se lanzó en los 60 y 70, pero ahora es más grande. En aquel entonces solamente se podía vivir en esa cápsula por una semana y solo había tres tripulantes, hoy en día se puede estar en esa cápsula hasta poco más de un mes y lleva 4 tripulantes con la opción de añadir hasta dos más {…} con tecnología vanguardista, ya no hay switches, ya son puras pantallas de computadora.

En ese programa me ha tocado participar en la parte de las conexiones, que vemos mucho en Ingeniería Mecánica, que son la alimentación de atmósfera interna, el aire respirable, que le da soporte a los humanos que están viajando en la cápsula.

¿Por qué el ser humano se tardó tanto en regresar a la Luna?

— La razón es simple, fue por cuestión de presupuesto. Por ejemplo, este cohete que lanzamos costó cerca de 9 billones de dólares, entonces la NASA recibe un presupuesto de aproximadamente 600 billones de dólares al año, y eso le da soporte a cientos de miles de empleados. Lo que pasó no fue que dejamos de ir a la Luna porque descubrimos algo, sino porque el ir a la Luna nos permitió dar un paso hacia delante sobre qué sería el vivir en el espacio, entonces lo que desconoce mucha gente es que no hay una ventana, un vacío, entre llegar a la Luna y ahora que regresamos, porque la NASA de hecho aceleró su esfuerzo en crear los primeros laboratorios espaciales, que fueron las primeras estaciones espaciales, a partir de la llegada a la Luna.

Llegamos a Luna, regresamos a la Luna, y a partir de 1972, inmediatamente se creó la primera estación espacial de Rusia y de Estados Unidos trabajando juntos, y fue ahí que aprendimos por primera vez porque no lo conocíamos, desarrollamos ahí la rama de la Medicina Espacial y eso lo hicimos a partir de mandar astronautas a que estuvieran en estas naves espaciales durante casi un año.

De los 70 a 1981 nada más fueron 9 años en los que estuvimos en las estaciones espaciales y a partir del 81, el 12 de abril, lanzamos trasbordador espacial por primera vez, que nos dio servicio durante 30 años.

El trasbordador espacial, fue el inicio incluso del programa comercial, porque ahí la NASA estaba vendiendo el servicio de lanzar satélites al espacio y construir la ISS, ha habido muchísima inversión y además desde el regreso de la Luna se crea la exploración atmosférica también. Antes de eso no la conocíamos y se crea una Agencia, hermana de la NASA, la Agencia Oceanográfica y Atmosférica (la NOA) que estudia tanto el medio ambiente espacial como de la Tierra, ese dinero se tuvo que redirigir a hacer ciencia.

¿Y ya tienes en tu lista de metas llegar al espacio?

— Absolutamente, ya estoy muy encaminado, sobre todo por el entrenamiento que ya tengo.

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Como conferecista de TEDx

Ahora volviendo a “tu espacio”, eres conferencista en TEDx, además, prácticas y promueves la Medicina Holística e impartes Yoga y terapia sexual… ¿cómo abres este abanico sin descuidar tu trabajo en la NASA?

— Yo tenía mi camino para llegar a la NASA trazado, pero se me presenta algo que cambió mi vida a los 18 años, y eso fue el desarrollo de una enfermedad incurable y pudiéramos decir terminal, la esclerosis múltiple. Lo que sucede, es que mi cuerpo se paraliza de toda la parte izquierda, entonces empiezo a perder uso de mi mano y pierna izquierda, se me dificultaba mucho caminar, pero gracias a buscar muchas terapias alternativas en México es que encuentro un camino para entrar a la medicina hindú. Eso es lo que inicia una vida paralela de mi vida donde sumó a mi desarrollo intelectual y académico, sumo esta parte del desarrollo del ser y me expone a una serie de cosas y empiezo a entrenarme en la disciplina que estudia y fundamenta la Medicina Ayurvédica, que es una de las más antiguas del planeta, tiene por lo menos 5 mil años, de ahí muy naturalmente empiezo a explorar la parte de la psicobiología, del estado interno del ser como un vínculo entre un estado se salud emocional o de enfermedad emocional y un estado de salud o enfermedad física.

Entonces, gracias al entrar al mundo de mis emociones, encuentro la forma de resolver y lo puedo decir “la cura” (la remisión) para la esclerosis múltiple, hasta la fecha de esto hablo en las pláticas TED. Soy el primer y único caso, al año 2.5 millones de personas padecen esclerosis múltiple, y la mayoría de los casos son de degeneración neuronal y muerte.

Pero ¿qué dijeron los doctores de tu caso clínico?

— En mi caso no solo logro cambiar la estructura del cerebro, porque mi cerebro cambió, en mis resonancias, al verse los orificios llenos de placa de la esclerosis a estar completamente recuperado, eso no es habitual, lo corroboré con médicos y eso es algo inexplicable. Los médicos que me diagnosticaron vieron los estudios y se sorprendieron.

Los seis médicos que vi, que fueron neurólogos, radiólogos e internistas aquí en Juárez, y el mejor neurólogo de aquel entonces en El Paso, Texas. Recuerdo cuando años después, ya recuperado, les llevé las resonancias {…} les digo esto fue lo que pasó y tu fuiste el que me diagnosticaste y fueron muy comprensivos, porque se dieron cuenta que el diagnóstico que habían hecho era el correcto {…} ‘pues no lo podemos explicar’, pero me felicitaron.

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El maestro de yoga

¿Cómo fue en tu caso la terapia o tratamiento?

— En mi caso usé el sistema Gestalt de la Silla Vacía, pero lo hice a través de una técnica muy específica que en la Medicina Ayurvédica llamamos: la práctica de Nidra. Es Nidra Yoga, o simplemente Nidra, que significa sueño. Establece que cuando una persona entra en su estado de sueño, las ondas cerebrales bajan a un estado similar a la hipnosis, si han visto a una persona que hipnotizan se darán cuenta que se puede hacer una persona que crea otra cosa {…} en esta correspondencia el estado de sueño y una realidad hipnótica las técnicas ayurvédicas lo que buscan hacer que en el sueño la persona se autohipnotice para programar la mente en un estado diferente a la realidad.

Por un año y medio, siguiendo estas técnicas, me autohipnoticé para sugestionarme lo suficiente con el fin de llegar al punto donde mi cerebro y mi médula espinal dejaran de presentar los síntomas de la esclerosis múltiple.

Eres un científico, ¿cómo no dudar con el desarrollo de esta otra parte de tu vida en donde hay que tener un criterio más abierto?

— El método científico no es absoluto, para ser científico se necesita estar en constante evolución, reconocer en su fundamento que no tiene fin. Entonces para mí, si la ciencia es flexible, cambiante y evoluciona, y esta otra parte, parece llevar la batuta de este proceso, entonces están en constante comunicación {…} es llevar los conceptos no cuantificables, llevarlo a la ciencia y encontrar los patrones, porque en todo hay patrones, esa es la forma de llevar patrones de los no científicos. Consiste en llevar la sensibilidad y el lenguaje de comunicación para conectar ambos mundos.

¿Y cómo pasas a compartir este conocimiento?

— No imaginé que mi historia iba a servir de nada, más que para mi sanación, pero en 2011 tengo la posibilidad de encontrar a la tercera persona más espiritual en el mundo, Wayne Dyer. Cuando él llega a mi vida {…} él escucha mi historia y escucha cómo su mismo método psicológico de terapia lo aplicó para sostener el estado de salud en el que me encuentro (porque no fue solamente tener la enfermedad un año y medio, si no mantener ese estado de salud, sé que, si en algún momento me dejó de autosugerir este estado de bienestar, la enfermedad podría regresar). Ahí empieza la invitación para escribir, de Dyer.

¿Cómo fue tu experiencia en TED?

— Fue maravillosa, sobre todo porque le dio estructura a mi discurso. TED es una institución muy bien estructurada que tiene un lineamiento estricto y lo que busca es sintetizar las ideas para poderlas hacer de bienestar, de valor para otras personas, de ahí las siglas (Tecnología, Educación y Diseño). El llegar a TED en los tres países en donde pude dar conferencias, que fueron Bélgica, Rumania y México, fue donde le di voz a aquello que ya había escrito en el libro.

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Miguel con el psicólogo y escritor Wayne W. Dyer, su maestro

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