California.- Sadio Mané se recuperó tras un terrible choque de cabezas que le dejó aturdido en el césped, posiblemente con una conmoción, y anotó un gol para que Senegal se clasificara el martes a los cuartos de final de la Copa Africana de Naciones.

Senegal derrotó 2-0 a Cabo Verde, que acabó con dos jugadores expulsados en Bafoussam.

El segundo expulsado de Cabo Verde fue su portero Vozinha cuando salió de su área e intentó despejar con la cabeza un balón, por el que pugnaba también Mané. Los jugadores chocaron cabezas y Vozinha sufrió una clara conmoción al quedar tambaleándose.

Vozinha salió en camilla y no estaba presente cuando el árbitro Lahlou Benbraham sacó la tarjeta roja.

Pero la decisión de mantener a Mané en el partido seguramente será cuestionada. Cayó al suelo tras el impacto y quedó tendido por un rato, claramente aturdido y con una posible conmoción.

El atacante del Liverpool inglés siguió jugando y anotó unos 10 minutos después, a los 63, cuando un tiro de esquina acabó en sus pies y definió con un derechazo que primero remeció el travesaño.

Mané finalmente fue sustituido a los 70, con evidentes señales de que estaba mal. Se dejaron transcurrir más de 15 minutos tras un golpe de cabeza para que se tomase la decisión de sacarle de la cancha.

Senegal sentenció a un rival con nueve hombres cuando Bamba Dieng culminó un contragolpe en los descuentos, batiendo al arquero suplente Márcio Rosa.

Cabo Verde remó contra corriente desde los 21 minutos cuando Patrick Andrade fue expulsado por una brusca falta sobre a Pape Gueye. Aunque primero recibió una tarjeta amarilla, el árbitro sacó la roja tras consultar el VAR.

El torneo siguió su marcha con la victoria de Senegal, un día después de que una estampida afuera del estadio durante el encuentro entre Camerún y Comoras dejó ocho fallecidos y siete personas más en estado grave, ensombreciendo lo que falta del máximo certamen del fútbol africano.

Más tarde, Marruecos se instaló también en la ronda de los ocho mejores al remontar para imponerse 2-1 a Malaui.

La reacción marroquí fue coronada por un estupendo tiro libre de Achraf Haikimi, del París Saint-Germain. El balón describió una comba, pasó por encima de la barrera y se anidó en el ángulo superior a los 70 minutos.

Hakimi corrió hacia el banquillo de Marruecos e hizo una reverencia.

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