
La rabia humana es potencialmente si no se trata a tiempo, por ello es primodial acudir a los centros de salud cuando se fue mordido por algún animal, particularmente si es silvestre o callejero, para poder descartar el padecimiento, que en México, se cuenta con el tratamiento de manera gratuita, aseguró la Secretaría de Salud.
La especialista Verónica Gutiérrez Cedillo, del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, informó que la transmisión de este virus ocurre a través de dos vías, la más frecuente es por agresión de un animal infectado a un humano. La otra es mediante contacto, al manipular sin protección algún órgano o tejido nervioso infectado.
Explicó que el periodo de incubación dura entre 10 y 15 días aproximadamente; no obstante, puede extenderse desde meses hasta dos años, y esto depende de la cantidad del inóculo viral (partículas de virus) y de la especie transmisora. El sitio de la lesión influye en el tiempo para desarrollar la enfermedad, de tal forma que mientras más lejos se encuentre del sistema nervioso central, tarda más en desarrollarse la infección.
Los síntomas de rabia en humanos son fiebre, dolor de cabeza, anorexia y dolor cerca del sitio de la lesión. La sintomatología puede progresar y en la etapa clínica, la persona puede presentar problemas neurológicos como hiperexcitabilidad, convulsiones, alucinaciones, espasmos musculares y estado de coma, hasta que desafortunadamente fallece.
Verónica Gutiérrez dijo que las personas agredidas por algún animal potencialmente transmisor de rabia deben acudir de manera inmediata a un centro de salud para detener la propagación de la infección (profilaxis) y así impedir que llegue al sistema nervioso central.
Destacó que en México existen dos biológicos antirrábicos humanos, uno es a base de inmunoglobulina antirrábica humana; es decir, anticuerpos ya formados que se aplican al paciente cuando tiene una agresión de riesgo grave; el otro es la vacuna antirrábica humana, que genera inmunidad ante el antígeno rábico.
Existen dos tipos de rabia: la agresiva y la paralítica principalmente en bovinos. En la primera, el animal presenta cambios de comportamiento (retraimiento, apetito pervertido), excitación, agresividad, inquietud, incoordinación motriz, fotofobia (intolerancia a la luz), parálisis faríngea progresiva, dificultad en la deglución, salivación excesiva que aparenta espuma en el hocico, temblores, postración (decaimiento) y muerte.