Dentro del espacio de la alacena que alberga frascos de especias, bolsitas de té y hierbas aromáticas, es seguro que se encuentre la manzanilla, ya que además de económica y accesible, se trata de una planta milenaria y con razón, ya que, de acuerdo con la experta en herbolaria, Eunice Barrera, tiene más de un uso.
Explica que a diferencia de otras plantas, de las que solo se aprovechan las hojas, de la manzanilla se pueden obtener beneficios en la flor, el tallo y las hojas, lugares en donde se encuentran sus compuestos bioactivos.
Agrega que debido a que contiene un flavoniode que funciona como un sedante, ayuda a mejorar el sueño, porque da tranquilidad.
Alivia problemas estomacales, gastrointestinales, cólicos, náuseas y mareos.
Elimina la bacteria helicobacter pylori que provoca la gastritis y por lo tanto previene úlceras estomacales.
Disminuye las enfermedades coronarias, el colesterol malo y ayuda a mejorar la salud cardiovascular.
Regula el azúcar de la sangre.
Mejora los problemas de cólicos menstruales.
Ayuda a desinflamar.
Funciona como un antibacterial.
Ayuda a suavizar la piel.
¿Cómo obtener sus beneficios?
La experta comenta que la preparación de una infusión curativa es diferente si será para su ingesta o aplicación en la piel.
Explica que si por ejemplo, la utilizarás para limpiar tu piel o eliminar el acné, a un litro de agua agregues una cucharada sopera de la planta y dejes en el fuego por 15 minutos.
Para preparar una mascarilla puedes usar arcilla como base, dilúyela con un poco de té, ponla en tu rostro, deja secar y enjuaga con el resto del té.
Si prefieres una bebida relajante, pon en un litro de agua una cucharada sopera de la planta, deja hervir por cinco minutos y tómalo caliente por las noches.
Si prefieres una bebida curativa toma el té por la mañana o durante el día a temperatura ambiente.