La epilepsia no tiene por qué ser incapacitante
Foto: Cortesía | Canva

Uno de los problemas más complejos de la epilepsia es el desconocimiento, lo que ocasiona estigmas hacia las personas que viven con esta condición, quienes, en consecuencia, experimentan soledad. Sin embargo, esta condición no tiene por qué ser una limitante, ya que existen tratamientos como fármacos, cirugía y dispositivos que permiten a los pacientes llevar una vida lo más normal posible.

Iris Martínez Juárez, jefa de la Clínica de Epilepsia del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, detalló que esta enfermedad se presenta cuando ocurren descargas anormales en las neuronas. Afecta a personas de cualquier edad; sin embargo, es más común en la persona adulta mayor y en la niñez, y se puede manifestar desde el primer año de vida.

La especialista datelló que existen dos tipos de crisis epilépticas: las motoras, que generan convulsiones, y las no motoras, que ocasionan que el paciente permanezca inmóvil. Durante una convulsión se debe aflojar la ropa al paciente y hay que evitar moverlo o introducirle objetos en la boca.

El episodio puede durar desde segundos hasta tres minutos. Si es de más de cinco minutos puede ocasionar daño neuronal grave, falta de oxigenación cerebral e incluso, la muerte.

La enfermedad es más recurrente en hombres. Las causas son genéticas o por infección, tumor, malformación, infarto, falta de oxígeno al nacer, lesión cerebral debido a traumatismo o derrame, indicó.

La especialista Iris Martínez indicó que este padecimiento puede iniciar con síntomas no motores como dolor abdominal, confusión temporal y palpitaciones irregulares; seguida de movimientos espasmódicos incontrolables de brazos, piernas y cabeza, pérdida de la conciencia y rigidez en músculos.

Respecto al tratamiento, señaló que existen fármacos que previenen 70 por ciento las crisis convulsivas. La cirugía es otra alternativa para las personas con epilepsia refractaria, es decir, que no se controla con medicamentos. También se recomienda la implantación de dispositivos (estimulación vagal), y en muchos casos se puede prescribir una dieta especial conocida como cetogénica.

La o el paciente bien controlado durante un año consecutivo o más sin episodios convulsivos puede realizar su vida normal, nadar, escalar, conducir un vehículo y practicar deportes extremos, detalló.

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