Crecen casos de cáncer de boca y garganta en México
Foto: Redes

En cáncer de boca y garganta es uno de los más invasivos, ya que puede avanzar al cuello o la cabeza, un punto del que ya no hay retorno, reveló el otorrinolaringólogo Joshua Kain, especialista en oncología quirúrgica de cabeza y cuello del hospital Houston Methodist.

Lo más preocupante es que nuestro país ocupa en tercer lugar es este tipo de cáncer a nivel mundial, solo superado por Cuba y Brasil. Esta enfermedad provoca usualmente la aparición de tumores en la cabeza o el cuello, pues ocupa el lugar 13 de todas las neoplasias en México con una alta tasa de mortalidad. En parte porque el 70 por ciento de los pacientes ingresan a los tratamientos en las etapas avanzadas, contó José Francisco Gallegos, el académico de la facultad de Medicina.

Este cáncer se origina usualmente en las amígdalas, en los labios, el techo o los lados de la boca, la lengua o la parte posterior de la garganta, por lo que para ser detectado es necesario hacer una biopsia.

"Para conocer hasta dónde se ha diseminado el cáncer es importante realizar diversas pruebas, entre ellas tomografías, resonancias magnéticas y tomografías por emisión de positrones", aseguró Kain.

Kain agregó que los principales factores de riesgo incluyen en consumo de tabaco, el abuso del alcohol y la infección por el virus del papiloma humano (VPH). Sobre este último, advirtió que ya ha superado a las otras dos causas, por lo que saber si se es portador del virus es primordial para poder recibir tratamiento.

Sobre el consumo de tabaco, Kain advirtió que no solo se refiere a fumar, sino también a mascarlo o aspirarlo, lo que aumenta hasta en 50 por ciento el riesgo de desarrollar esta enfermedad en las mejillas, encías y la superficie interna de los labios.

Principales signos del desarrollo de cáncer de boca o garganta

De acuerdo con el especialista, uno de los signos principales de este padecimiento es presentar un área dolorosa o una úlcera que es persistente y no desaparece en un periodo de cuatro a seis semanas. Otros signos que lo acompañan son la hinchazón de un área, el aumento del dolor en un lugar específico, sangrado o incluso dificultar para tragar.

De no detectarse a tiempo, las probabilidades de necesitar una cirugía incrementan, así como la posibilidad de que se pueda extender a el cuello o la cabeza, lo que conlleva mayores riegos para la vida del paciente.

Con información de Notipress

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