En su mitin matutino del pasado 26 de abril, el presidente López Obrador, en el marco de su estrategia de campaña permanente, dijo que a veces en sus giras se encuentra con “gente extraña, pero respetuosa”.

Se refería a grupos del crimen organizado que ponen retenes en las carreteras de diversos estados del país y de estos expresó que en sus viajes “siempre a ras de tierra” se los ha encontrado desde hace años en sus recorridos por el país.

Y que “siempre, no es ahora” han sido todos esos grupos respetuoso con él. En esos recorridos que ha realizado “sin guardaespaldas y sin carros blindados”.

Sostuvo que conoce todos los municipios del país y que no hay otro político que pueda decir lo mismo: “Yo recorrí todo el país, tengo cientos de anécdotas de eso. Imagínense ir a Batopilas, Urique, Morelos, en Chihuahua; al Fuerte, Sinaloa de Leyva, a Choix, Badiraguato, a Canela”.

Todos sitios referidos con una gran presencia del crimen organizado o abiertamente bajo su control, cosa que ocurre desde hace años y se ha agravado en lo que va de este sexenio.

Sobre el grupo del crimen organizado que retuvo a la candidata presidencial de Morena-PVEM-PT, Claudia Sheinbaum, en Chiapas, manifestó que tienen “todo su derecho a manifestarse, pero que no deja de ser propaganda y nosotros no estamos para celebrarlo”.

Y sobre los integrantes de ese grupo en particular añadió que “no debían estar metidos en organizaciones criminales, no se puede enfrentar la violencia con la violencia”.

A pregunta expresa de un periodista sobre supuestos vínculos con el crimen organizado, le respondió: “No, porque yo no me dejo presionar por nadie, yo no establezco relaciones de complicidad con nadie”.

No es la primera vez que el presidente, de manera pública y abierta, señala que los grupos del crimen organizado lo “respetan”, para él eso es algo importante y quiere que lo sepa la sociedad.

Los distintos viajes que el presidente ha realizado a Badiraguato, cuna del Cártel de Sinaloa, ahí ir al carro donde estaba la madre de Joaquín Guzmán, El Chapo, para saludarla, y sus declaraciones que los criminales son personas que tienen derecho a manifestarse, plantean peguntas.

¿Los grupos del crimen organizado deben tener “respeto” al jefe del Estado mexicano y a su comandante en jefe o el sentimiento debería ser de temor ante la aplicación de ley y la justicia?

¿Su “cercanía” con estos grupos es parte de su estrategia, para enfrentar al crimen organizado? ¿Es resultado de la operación de los “abrazos y no balazos” y el “no uso de la fuerza pública porque eso genera más violencia”?

Y este tipo de afirmaciones del presidente, que no es la primera vez, plantean una pegunta más relevante, ¿hay algún tipo de acuerdo entre el gobierno y estos grupos? Hoy en algunos estados gobernados por Morena es más que evidente

¿Qué dicen las y el candidato a la presidencia de la República sobre estas declaraciones del presidente? Son graves y no pueden pasar desapercibidas.

@RubenAguilar

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