En sus casi 43 años de historia, el Estadio Olímpico Benito Juárez le ha servido de casa a cuatro equipos profesionales: Cobra, Indios, la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (De tercera división) y los Bravos de Ciudad Juárez. De igual manera, ha sido sede de tres encuentros internacionales, todos con una historia especial y con algo que contar.

El partido perdido

El 12 de mayo del ya lejano 1981 vio al Atlético de Madrid de Hugo Sánchez llegar a una tierra desconocida para jugar en un estadio recién terminado que llevaba por nombre el mismo que el del Benemérito de las Américas. Enfrente tuvieron a una Selección Mexicana que empató a cero sin hacerles el menor daño.

Si bien, el cruce resulta curioso y poco común, también es un mito en esta frontera. Esto pues a la prensa española se le hizo raro que ambos conjuntos se aparecieran en una plaza tan alejada y que para entonces no tenía ningún equipo de balompié profesional.

Es igual de mítico y hasta curioso por que casi medio siglo más tarde es imposible verificar si el compromiso realmente se celebró, no hay crónicas, ni fotos, ni reportes por parte de ninguna de las dos federaciones involucradas en el asunto. Por si fuera poco, el cruce histórico entre aztecas y colchoneros queda totalmente eclipsado y olvidado por aquella batalla campal que desataron españoles y mexicanos una década más tarde en el Estadio Azteca.

El juego contra la violencia

La segunda venida del seleccionado mexicano tuvo lugar en 2010, un 12 de octubre para ser exactos. Al tricolor lo dirigía Efraín Flores que venía como interino tras la destitución del sueco Sven-Göran Eriksson, la Vinotinto por su parte llegaba comandada por César Farías.

Dada la crisis de seguridad que se vivía desde 2008, la gran mayoría de la prensa internacional calificaba el encontronazo como el partido “en medio de la guerra” con la delincuencia y el narcotráfico. Otros más abusaban de la palabra “violencia” y todos sus derivados para su labor periodístico. No obstante, fue el propio mandamás venezolano el que calmó las cosas antes del silbatazo inicial.

“Nosotros estamos de lo más tranquilos en el hotel, sin ningún tipo de circunstancia extraña, lo único que es extraño es la seguridad que hay alrededor porque si hay mucha seguridad, pero para nosotros ha sido de total normalidad y de total calma. Es una bonita ciudad, grande, me imagino que el mundo no sabrá lo bien que está y las vialidades que tiene. Para nosotros ha sido un agrado venir a Juárez”, expresaba Farías en conferencia de prensa previa al partido.

El electrónico del Olímpico dejó plasmado un 2-2 como marcador final gracias a Juan Arango que mandó guardar dos estampas de gol desde el tiro libre; un Javier Hernández que remató como Dios le dio a entender para meter su gol y un Giovani Dos Santos que la puso en la red sin ángulo para el último tanto de esa noche.

No fue violenta la noche, ni adentro ni fuera de la cancha, pero si fue desordenada con seis invasiones de cancha. Todos los espontáneos acabaron bajo custodia de la extinta Policía Federal.

La bronca a orillas del Río Bravo

La última visita de la Selección Nacional a las tierras de Juan Gabriel fue en 2019. El turno era de la Sub-23 que estaba pactada para toparse con su símil de Argentina. Todo esto dentro de una ciudad que apenas se estaba acostumbrando al futbol de primera categoría.

En una calca del duelo contra Venezuela, el marcador no mostró diferencia y acabó en un empate 2-2. La fecha es y será más recordada por la bronca de los últimos minutos, misma que tuvo lugar después que la albiceleste colmara la paciencia de Omar Govea para que este empezara con los empujones

.No hubo más sobresaltos. Sin embargo, a final de cuentas, ese amistoso no fue de utilidad para ninguna selección, por que no se jugó a nada y por que los Juegos Olímpicos para los que se preparaban se terminaron posponiendo por la pandemia de COVID-19.

El águila y el caballo

El futbol de talla internacional regresará una vez más hasta el recinto de El Chamizal el próximo mes de julio cuando los caballos de Mauricio Barbieri se midan en un partido de pretemporada ante el Eintracht de Frankfurt el día 25 de dicho mes.

La ocasión, igual que todas las anteriores, será igual de singular pues está prevista como como una “pre-pretempoarada” antes de que la escuadra fosforescente se embarque en la Leagues Cup que arrancará siete días más tarde.

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